Javier hidalgo
La ves caer silenciosa
La ves caer silenciosa,
temerosa y solitaria,
arrastrándose
en el cieno con los ojos cerrados,
y la cabeza sobre el pecho
de un cuerpo golpeado.
Desnuda y despojada
en la cama amortajada
frente a un mundo
de violencia que abre heridas de inocencia
en las carnes de la mujer
que de amor
se encuentra hambrienta.
La ves caer silenciosa,
sobre la fría y dura losa
por un golpe de machete
y agarra fuerte el chupete
del niño que llora
en la cuna
lamentando su fortuna.
Muere el cuerpo de trapo
mientras se mira para otro lado
y la sociedad se consuela
borrando el dolor con la suela
de un cómplice zapato
y niegan que son asesinadas
las mujeres muertas por maltrato.
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