Manuela G. Jara
EL ARCON
Abrí el arcón,
Y encontré cosas inesperadas,
guantes que ocultan sus verdaderas huellas,
mascaras llenas de marcas por el uso frecuente,
alma incompleta para la afinidad con la mía,
palabras fingidas,
sentimientos en formación,
abortados antes de culminar deseo fingido,
respeto inexistente,
luces y sombras para andar muchos caminos,
caminos que nunca conducirán hasta mi morada.
Y el vacío, el silencio.
Cerré el arcón, y entregué su llave.
Mi arcón, el de mi alma, está lleno,
y no merece escasez ninguna.
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