Esperanza Ardiz
Dejadme Que Me Duela
No me dejo llevar
de lágrimas inútiles,
ni acostumbro
a la queja cotidiana,
pero hoy … me duele la tierra
en sus cimientos
como legado precioso malgastado.
Ha mostrado sus venas desangradas,
el quejido constante
en lo mas hondo,
su rebelde temblar
de piedra y fuego.
Dejadme que me duela … y hoy la lloro,
rogándole perdón
por la inconsciencia
del gran daño causado;
abrasada la piel,
arrebatado el aire … Madre Tierra.
¡que poco amor te dimos!
cuanto siento marcharme
tan culpable
sin poder hacer
nada por tu alivio.
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