JAVIER HIDALGO
MI HISTORIA II
Llegó el tiempo de la niñez mas amarga,
horas de dolor y costumbre desolada,
escondido bajo la escalera
entre ratas descaradas y traicioneras.
Las voces del padre y de la abuela,
llantos de una madre que recibe
latigazos de cuero en la espalda
y en las piernas, puñetazos
en las cejas tiernas.
Insultos de un alcohólico maldito
con la frialdad de un jugador de cartas
mancillaba las carnes blancas de mi amada.
Mientras era golpeada, rezaba, suplicaba,
¡por qué tanto castigo virgen santa!
Al salir del agujero, una mirada,
que traspasaba mi pecho como amenaza,
mientras mis brazos buscaban
los brazos doloridos de la madre
que moría en silenciosas lagrimas.
Y la ira del padre renacía
cogiendo el cinturón por la hebilla
golpeaba mi espalda y balbucía
“no seas niña, los hombres no lloran,
esta perra se lo merecía”
Infancia como un tango y su agonía,
como un fado triste y desolado,
un sueño eterno de penumbra,
una sonrisa oculta, temerosa,
detrás de los cristales... siempre lloví
Desgarrador 😪
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