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JAVIER HIDALGO



REPUBLICA

Llegaste un día de primavera

mientras el monarca huía

con su cobardía entre las patas.

Las calles se llenó de algarabía

de banderas tricolores ¡que alegría!


Ya florecían las claveles,

los trigales al sol miraban,

los jilgueros su son cantaban

los pastores trashumantes

del campo verde gozaban

y los ríos hacían crepitar sus aguas.


Tiempo de labranza, de libertad,

de esperanza, de canciones libertarias.

De mujeres que son mujeres

al margen de escapularios,

al margen del patriarcado

carcelario.


Donde había una capilla

de sotanas caudillistas,

ahora hay una escuela

donde suena la campana

para la población labriega.

Y con el látigo ni a los mulos

los has de golpear.


La justicia volvía a ser ciega

desterrando sus penurias,

y con paso firme y contundente

olvidando las ultimas veinte centurias.

¡ ay mes de Abril! ¡cuando te volveremos

a revivir! ¡cuando tus paredes blancas,

volverán a levantar la espada!


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